¿Alguna vez ha pasado por tu cabeza lo importante que es reemplazar tu colchón cuando se vuelve demasiado viejo? Como es un mueble que se toma por sentado, casi no le ponemos atención, ¡pero la condición del colchón sobre el que duermes tiene un gran impacto en tu sueño!
La calidad de nuestro descanso puede afectar absolutamente en todo lo que hacemos. Nuestras actividades, nuestras relaciones interpersonales, la capacidad de desempeño que tenemos en el trabajo, nuestra salud general, ¡hasta la salud mental! Por eso, cuidar de nuestro sueño siempre ha sido primordial, sólo que al ser un tema tan olvidado en la sociedad moderna, puede que no hayamos entendido justamente qué tan necesario es para nosotros.
Un colchón (dependiendo del material que esté hecho) tiene una capacidad de vida de 8-12 años, pero ¿cuáles son las señales de que un colchón está llegando al fin de su vida? y ¿cuáles, exactamente, son los riesgos de no cambiarlo cuando lo necesitas?
Principalmente, un colchón viejo no tendrá el mismo soporte que el de antes. Ya sea que tengas un colchón inteligente (que cuentan con mejores capacidades de soporte) o uno tradicional, existe la posibilidad de que estos dejen de aliviar los puntos de presión en tu espalda, hombros y cuello, y despiertes cada vez más frecuentemente con dolores musculares.
De igual manera, podrás comenzar a sentir bultos o “bolitas” en el colchón que resulten incómodas al momento de recostarse, o despertar con sentimiento de no haber dormido lo suficiente (lo que podría llegar a causar cansancio durante el día), también podrías comenzar a notar que cuando te recuestas, comienzan estornudos o a sentir que padeces de catarro. Esto se debe a que el colchón (por su vejez) acumula más polvo de lo que solía y te cause una sensación de alergia, que podría afectar a tu sistema respiratorio por las noches haciendo que te cueste más respirar, y por ende cansando a tu cuerpo cuando debería de estar descansando.
Si el tiempo de dejar tu antiguo colchón ha llegado, una opción que podrías considerar para tu siguiente adquisición podría ser un colchón inteligente. Un colchón inteligente podría (como hemos dicho anteriormente) ayudarte a tener un mejor soporte mientras duermes, aliviando los puntos de presión necesarios para que descanses cómodamente. De igual manera, gracias a las diferentes posiciones que un colchón inteligente provee, se pueden tratar enfermedades como la apnea de sueño, los ronquidos, el asma y hasta las alergias de temporadas.
De igual manera, un colchón inteligente podría proveer a tu habitación tecnología que podría darte más información sobre la calidad y cantidad de tu sueño por medio de medidores incrustados en la tecnología del colchón, y como algunos de estos son compatibles con el celular, podrías monitorear y guardar tus datos de sueño para traerlos siempre contigo.
Un colchón inteligente también podría ser la respuesta para la comodidad de personas de la tercera edad que ya no puedan pararse mucho de sus camas, o para personas con enfermedades crónicas que afecten a sus habilidades motoras. Existe un colchón inteligente que puede bajar y subir de nivel con órdenes desde el celular, ¡esto podría resultar ideal para personas en sillas de ruedas o mujeres embarazadas!, ¿no lo crees?
El siguiente que escojas será tu decisión, ¡pero no tengas miedo de reemplazar tu viejo colchón! hoy en día la tecnología para dormir podría prometerte colchones más adecuados para ti.